viernes, 17 de febrero de 2012

Aconsejar es gratis así que...


Primero, si no sabes cocinar, ya puedes ir aprendiendo. En mi opinión, la mejor forma de controlar lo que se come es cocinando uno mismo. 

Compra una báscula buena,  y a poder ser que te calcule el porcentaje de grasa corporal. Y un metro de costura, para tomarte medidas de pecho, de cintura y, las chicas, de cadera. Es bueno pesarse y tomar medidas siempre el mismo día de la semana. Yo suelo hacerlo la mañana del día libre.

Busca una motivación para empezar. Puede ser seria, como haber tenido un problema de salud, o tan tonta como la mía, los pantalones más grandes que tenía empezaban a ir ajustados y no quería comprar ropa nueva, bueno, vale ahora tengo que comprar ropa igualmente porque he bajado 3 tallas, pero eso es otro tema. La motivación es muy importante al principio porque es cuando tu cerebro todavía te engaña y te manda señales para decirte que tienes que comer más. Es lo de no tener hambre pero tener ganas de comer. Esa sensación es la que se tiene al principio y es en esos momentos donde entra la motivación. Poco a poco esa sensación desaparece porque tu mente ya se ha acostumbrado a la nueva alimentación. 

Relacionado con lo anterior, la estética no es una buena motivación, y lo digo porque ese tema depende demasiado de la opinión de otros. Sí, habrá mucha gente que te diga que se te ve mejor, pero también habrá quien no note para nada el cambio y eso puede frustrar mucho si esa era tu motivación. El sentirte más ágil, con más energía, o el bajar una talla de ropa, son indicadores más objetivos y motivan muchísimo más.

Fija objetivos razonables y a corto plazo. Empieza por algo como “perder 5 kilos”, “llegar a los [ponga aquí la decena más cercana] kilos,  al pensar en cantidades pequeñas es más difícil ver lo largo que es el camino. 

Cocinar sin tener hambre. Si esperas a tener hambre para prepararte la comida, es mucho más fácil empezar a decir “no pasa nada por una vez” y poner de acompañamiento unas patatas fritas en lugar de las cocidas que tocaba.

Prepara (ver primer consejo) solo tu ración. Por experiencia personal, cocinar para varios para luego “ponerme a ojo mi ración” no funciona, así de simple. Y esto se extiende a lo de intentar ir a restaurantes, porque no querer llevar la comida de casa, y pretender que sea lo mismo. Pues no, ni controlas las salsas, ni las cantidades, así que no funciona. 

No sacrifiques más de lo que puedes aguantar. Se trata de acostumbrarse a una nueva alimentación. Obsesionarse en exceso puede llevar a mandar todo a tomar por saco. Para eso están las dos comidas libres semanales. Como ya he explicado yo lo suelo hacer en un día, pero cada cual que haga lo que quiera. Y si te apetece un martes ir a cenar fuera y meterte un plato de costillas de cerdo entre pecho y espalda, pues adelante. Eso sí te queda un comida libre menos.

En otro post daré consejos sobre el ejercicio físico. Pero ya os podéis ir imaginando que el primero será sobre empezar a hacer ejercicio, andar, clases de baile, en fin, cualquier cosa que te haga moverte del sofá.



Ensalada de tomate, pepino y atún


Nueva receta
Esta es muy sencilla, es una simple ensalada. Esta sí que la consideraría más apropiada para la cena, porque es quizá la receta más ligera que preparo.

Receta 2: Ensalada de tomate, pepino y atún
Ingredientes:
- 1 lata de atún en conserva
- 1 pepino
- 250 gramos de tomate

Preparación:
Lavar y cortar los tomates. Pelar y cortar el pepino. Mezclar todo en un plato hondo y aliñar al gusto.
Acompañar con una rebanada de pan integral y 2 kiwis.

5 comentarios:

  1. Por qué puedo cambiar el pepino?? Es la hortaliza que menos me gusta. ¿Espárragos?¿alcachofas?

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  2. jeje, justo al contrario que yo. Sí por supuesto, puedes cambiarlo por espárragos, un par de alcachofas, una berenjena, un calabacín, vamos, cualquier hortaliza que se te ocurra. O por legumbres, tengo otra receta parecida que ya pondré, con garbanzos cocidos. Y si quieres añadir lechuga, puedes ponerle toda la que quieras.

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  3. Otra cosa que a veces le pongo es manzana, le da un punto dulce que me gusta como combina con el aliño (sal, aceite y vinagre).

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  4. Buena entrada Antonio ;-)

    Yo como muchísimas ensaladas de lechuga con atún, enormes al mediodía. Probaré con pepino a ver como sabe.

    Mi objetivo era el mismo que el tuyo; los pantalones (y la camiseta) más grandes que tenía, me quedaban ceñidos... y decidí perder peso, no para ahorrarme comprar ropa nueva, si no para verme mejor.

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